Con más de una treintena de películas estrenadas, sin duda 2008 ha sido un año afortunado para el cine mexicano que al parecer sale de la agonía en que estaba sumido y que antes de que termine nos deja Volverte a ver, película que creo representa el debut como director de largometrajes de Gustavo Adrián Garzón y de quien tengo la sospecha venga de la producción de comerciales o videoclips musicales. No tengo mayores datos, pues al parecer a la distribuidora Videocine le apura poco enviar información a los medios para que conozcamos más acerca de las cintas que distribuye y de la gente que las hace.
Volverte a ver es una comedia romántica muy basada en la fórmula ya muy trabajada por Hollywood para adolescentes y adultos jóvenes.
Lo bueno: me parece que es una cinta ambiciosa, especialmente dudo que exista alguna otra producción nacional tan trabajada en lo visual y que pone en evidencia que tanto Germán Lammers -director de cinematografía- como todo el equipo que trabajó los efectos visuales y la posproducción (con una edición muy detallada) conocen el lenguaje de la imagen y del cine y que se aplicaron a fondo para lograr en su terreno un trabajo de muy buena calidad, y algo de lo que le urgía a nuestro cine.
Me parece muy bueno que la película aspire a parecerse al cine del primer mundo y en buena medida lo logra; qué bueno que nuestros cineastas dejen de sentirse chiquitos para creer que tienen talla internacional, eso también lo necesitamos, un cine sin complejos, alegre y que busca agasajar y divertir a su público.
Qué bueno que se busque impulsar a nuevas figuras que brincan de la televisión a la pantalla grande como Alfonso Herrera (Pablo) del grupo RBD y que logra arrebatar suspiros y risas a las adolescentes que fueron a verlo; Ximena Herrera (Sofía/Mandala) una chica muy guapa que nos llegó de Bolivia y que aunque posa más de lo que actúa, tiene mucha presencia y buenas posibilidades, y apoyados por Mónica Huarte (Rita), una excelente actriz quien tiene más oficio y trayectoria.
Qué bueno que hay productores que le apuesten al mercado de los adolescentes y los jóvenes con películas que los van a hacer regresar a ver cine nacional.
Lo malo: creo que por cuidar tanto la forma y el cómo luciría la película en la pantalla, se les quedó muy chico el desarrollo de la historia (como decía antes, muy de fórmula calcada al pie de la letra, sin nada original que aportar y totalmente predecible) y especialmente el tratamiento de los personajes que se ven sin mucho sustento. Para lo que tienen que contar, se siente demasiado larga y los créditos iniciales, aunque muy desarrollados visualmente, son también muy largos y hasta al público lo sentí desesperado.
Los chistes verbales y los ‘gags’ de repente están metidos con calzador, tratando de seguir la fórmula, pero, aunque de repente son demasiado obvios, tienen cierta frescura que los hace funcionar.
Si bien es cierto que Ximena Herrera es una mujer sumamente bella, los realizadores se regodearon demasiado con su imagen y la pusieron a posar más que a actuar, hay momentos que la película parece más algún comercial de perfumes, labiales o algo así. Si ella tiene talento como actriz, se le desaprovechó casi completamente. Volverte a ver va a gustar a las fans de Poncho Herrera, a las que seguramente les vale gorro la crítica, y a los jóvenes les bastará ver a Ximena. Señores realizadores, que tengan éxito y que la siguiente sea aún mejor.
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