sábado, 27 de diciembre de 2008

Alfonso Herrera un año de ensueño


Alfonso Herrera: Un año de ensueño

Este 2008 recorrió el mundo con la gira del adiós de RBD, participó en la serie Terminales y además apareció en la obra The pillowman, y ahora cierra con broche de oro con su primer protagónico fílmico en Volverte a verFue un año soñado para Alfonso Herrera, en el que prácticamente hizo de todo: conciertos con RBD, teatro (The Pillowman), televisión (la serie Terminales), doblaje (la cinta animada Igor) y cine a través de la película Volverte a ver, de Gustavo Garzón, que se estrena este fin de semana para regalarle al actor un cierre perfecto de este 2008.

A unas horas de haber llegado de Madrid, donde el grupo RBD ofreció su último concierto de la Gira del adiós, Alfonso visitó la redacción de Excélsior y confesó que está sumergido en una revolución de emociones que lo tienen triste por la separación de su familia (la agrupación musical) y a la vez feliz por su regreso a lo que más le gusta en esta vida: la actuación.

“Terminales y Volverte a ver es algo que yo busqué porque definitivamente para mí la actuación es algo importante. Es donde yo empecé. Mi primer proyecto fue una película (Amar te duele), luego vinieron las telenovelas, en las cuáles surgió un proyecto musical, pero yo empecé en la actuación y es algo que voy a seguir haciendo”, comentó.

A sus 25 años, Herrera escapa del estereotipo de un actor de cine, de una estrella de la música o de una figura de televisión. Y es que su sencillez, su franqueza al responder las preguntas y su aire de frescura, provocan que antes que otra cosa sea percibido como un ser humano que se sabe afortunado por lo que la vida le ha dado, que ha capitalizado su talento y que además tiene los pies sembrados en el suelo.

“Nada más agradezco haber estado en el momento adecuado y en los proyectos adecuados, porque todo se fue dando de una manera positiva. Lo único que hago es hacer mi trabajo lo mejor posible y nada más”, añadió con sinceridad.

Y vaya que trabajó durante este 2008. Pues además de ofrecer más de 40 conciertos por todo el mundo (literal), se dio el tiempo y el espacio para unirse al equipo de Terminales, hacer doblaje y promover Volverte a ver, que marca su primer protagónico en la pantalla grande y la continuación de una trayectoria fílmica que inició en 2002 con Amar te duele, de Fernando Sariñana y en la que, si elige los proyectos adecuados, se consagrará como una de las figuras del cine mexicano.

“Fue un gran año. No me puedo quejar, no me falta nada, solamente una vacación que comienzo a partir de esta Navidad.”

Nada mal para un chico que fue descubierto por Pedro Damián (productor de RBD) cuando montaba una obra de teatro estudiantil.

“Actuar era un hobby. Después de Amar te duele me llamaron para una novela brasileña. Hice casting y me quedé. Y de repente me habló Pedro Damián para una telenovela. Todo eso sucedió en un periodo de un mes. En ese mes tenía dos proyectos de televisión y una película. Así es que pensé: la actuación me gusta, es algo que disfruto y la vida nada más me fue llevando por ese camino”, recuerda.

Luego vino el fenómeno de RBD, Volverte a ver y la serie.

“Chris Hool y Alfredo Harp (productores de Cansada de besar sapos) me hablaron y me plantearon la posibilidad de hacer cine. Desde el inicio me pareció interesante porque son productores que hacen cine serio y yo quería retomar y seguir con esta faceta de la actuación.”

Alfonso no tiene ningún problema en que su primer protagónico en cine sea una comedia romántica a la que el director Gustavo Garzón gusta de agregar el término de “visual”.

“Me gustan las comedias románticas. Yo no estoy peleado con los géneros. Hay personas que de repente les gusta satanizarlos, pero Volverte a ver es una posibilidad para que la gente vaya al cine y se divierta. Sólo espero que salga con una sonrisa”, agregó.

En la cinta, que se estrena este fin de semana y en la que comparte cartel con Ximena Herrera, Alfonso interpreta a Pablo, un exitoso director creativo de una renombrada firma de moda que a pesar de su galanura, no tiene tiempo para involucrarse sentimentalmente con ninguna mujer.

Pero el amor le llega no a través de la vista, sino del oído, pues vive enamorado de una locutora de radio (Ximena Herrera) a quien la vida pondrá accidentalmente y solamente por unos minutos en su camino durante una parada en el aeropuerto de Buenos Aires.

“Tal vez lo más difícil de Volverte a ver fue hacerla, porque los calendarios eran muy apretados y aproveché mis vacaciones de invierno con el grupo para filmar. Pero afortunadamente la gente de la producción de RBD me dio las facilidades para estar ahí, porque ellos entendían cuáles son mis inquietudes y lo que me gusta hacer”, comentó el actor, quien acepta que nunca se ha enamorado a primera vista, tal y como le sucede a su personaje.

“Es un amor a primera vista, a mí no me ha pasado, yo siento que necesitas conocer más a la persona y conocer sus partes no tan padres y también enamorarte de ellas.

“Yo no me he enamorado como Pablo, pero me parece una situación muy ad hoc para una comedia romántica. Pablo es una persona inmersa en su trabajo y en eso sí me parezco mucho, y de repente hay una situación que hace que su mundo se mueva y encuentra una conexión muy fuerte con una persona. El resto es la búsqueda del amor como en todas las comedias románticas”, explicó, al tiempo que agradece la oportunidad de compartir la experiencia de la filmación con Ximena Herrera, Eduardo Manzano El polivoz y con Mónica Huarte, a quien con humor define como un “jeep todo terreno de la actuación, porque hace lo que sea y se mete donde sea”.

“Hicimos esta película para que se vayan a divertir, para que vean cine mexicano y lo único que queremos es que la gente se siente en la butaca, que se divierta, que deje de pensar en los problemas de la crisis y que se la pasen bien.”

Pero Alfonso Herrera también está triste. Es más, acepta que él y el resto de sus compañeros no pararon de llorar durante el último concierto que RBD ofreció en el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid y que hasta este momento es el último de la Gira del adiós, pues aunque existe la posibilidad de realizar otro en México, la situación contractual de los implicados impide darlo por un hecho.

“Fue un concierto muy emotivo. Todos lloramos. Todavía no me cae el veinte (de que el grupo se desintegró), pero estoy aquí trabajando y eso me mantiene la cabeza ocupada, probablemente en las vacaciones se asiente el pensamiento y la emoción.

“Tengo una revolución de emociones y de pensamientos. Por una parte está padre el nuevo proceso, pero por otro está de la chingada porque ya no voy a ver a mis compañeros de trabajo, que no nada más son cinco, es una producción de 25 o 30 personas que íbamos viajando de lugar en lugar, abriendo la carpa, dando circo y recogiendo todo para ir a la otra ciudad. Era una familia y así estuvimos durante cuatro años, entonces eso también es fuerte”, subrayó el ojiverde, que ha encontrado en el trabajo la mejor terapia para superar una etapa crucial de su vida.

Y es que Alfonso nunca imaginó convertirse en cantante. Él quería actuar y esa decisión lo llevó a las telenovelas Clase 406 (2003) y más tarde a Rebelde (2004), en la que interpretó a Miguel Arango y en la cual surgió el proyecto musical RBD, que lo llevó a cantar en las ciudades más importantes del mundo.

“Lo de cantar fue una situación que se presentó y que acepté tomarla porque era una experiencia y más que laboral, se convirtió en una experiencia de vida impresionante. Si me hubieran preguntado hace ocho años que si me veía arriba de un escenario, dando conciertos y grabando discos, hubiera respondido: ¡¿Qué?!

“RBD fue una locura, se te quedan muchas cosas de un proyecto así. Ahora se vienen épocas muy difíciles, es una etapa de transición emocional, laboral, física, y entonces hay que trabajar.”

Pero la música no es el camino por el que decidirá caminar en los siguientes años.

“Me voy a concentrar en la actuación, pero no tengo un prejuicio que me indique que sólo quiero hacer cine. Éste es un lujo en nuestro país, hay mucha gente que no puede ir a las salas y que agradece que estés en la televisión. La cosa es estar en proyectos donde te sientas cómodo con los libretos, los personajes o los productores.”

Y proyectos no le faltan, pues en enero comenzará el rodaje de una película en Sudamérica y ya tiene agendado otro en México para abril, al que habrá que sumarle Te presento a Laura, en el que hará pareja con Martha Higareda.

Pero mientras todo eso llega, le presta su voz a Igor, el personaje central de la cinta de animación del mismo nombre producida por The Weinstein Company, que se estrenará durante 2009 bajo la distribución de Videocine.

“Se sitúa en un reino con monstruos y científicos maléficos que tienen a sus ayudantes para crear sus invenciones malignas. Igor tiene esas aspiraciones de ser un científico maligno, no se quiere quedar estancado en ser solamente un Igor más.

“Aspira a mucho más y esa aspiración lo hace ver la situación real de Malaria (la ciudad donde vive) y descubre una realidad mucho más profunda”, relató Herrera, quien define la experiencia del doblaje como algo “muy entretenido y divertido”.

Nada más agradezco haber estado en el momento adecuado y en los proyectos adecuados, porque todo se fue dando de una manera positiva.”

alfonso Herrera

actor y cantante
Este 2008 recorrió el mundo con la gira del adiós de RBD, participó en la serie Terminales y además apareció en la obra The pillowman, y ahora cierra con broche de oro con su primer protagónico fílmico en Volverte a verFue un año soñado para Alfonso Herrera, en el que prácticamente hizo de todo: conciertos con RBD, teatro (The Pillowman), televisión (la serie Terminales), doblaje (la cinta animada Igor) y cine a través de la película Volverte a ver, de Gustavo Garzón, que se estrena este fin de semana para regalarle al actor un cierre perfecto de este 2008.

A unas horas de haber llegado de Madrid, donde el grupo RBD ofreció su último concierto de la Gira del adiós, Alfonso visitó la redacción de Excélsior y confesó que está sumergido en una revolución de emociones que lo tienen triste por la separación de su familia (la agrupación musical) y a la vez feliz por su regreso a lo que más le gusta en esta vida: la actuación.

“Terminales y Volverte a ver es algo que yo busqué porque definitivamente para mí la actuación es algo importante. Es donde yo empecé. Mi primer proyecto fue una película (Amar te duele), luego vinieron las telenovelas, en las cuáles surgió un proyecto musical, pero yo empecé en la actuación y es algo que voy a seguir haciendo”, comentó.

A sus 25 años, Herrera escapa del estereotipo de un actor de cine, de una estrella de la música o de una figura de televisión. Y es que su sencillez, su franqueza al responder las preguntas y su aire de frescura, provocan que antes que otra cosa sea percibido como un ser humano que se sabe afortunado por lo que la vida le ha dado, que ha capitalizado su talento y que además tiene los pies sembrados en el suelo.

“Nada más agradezco haber estado en el momento adecuado y en los proyectos adecuados, porque todo se fue dando de una manera positiva. Lo único que hago es hacer mi trabajo lo mejor posible y nada más”, añadió con sinceridad.

Y vaya que trabajó durante este 2008. Pues además de ofrecer más de 40 conciertos por todo el mundo (literal), se dio el tiempo y el espacio para unirse al equipo de Terminales, hacer doblaje y promover Volverte a ver, que marca su primer protagónico en la pantalla grande y la continuación de una trayectoria fílmica que inició en 2002 con Amar te duele, de Fernando Sariñana y en la que, si elige los proyectos adecuados, se consagrará como una de las figuras del cine mexicano.

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